EL HINCHA ROJO OPINA

NUESTRO AURICH QUERIDO
Y va para campeón…

¡Hasta la victoria final!

Jhon Guevara
santevara@hotmail.com

El Juan Aurich chiclayano ya no es ni será nunca más aquel pequeño equipo provinciano que una vez en primera división luchaba todo el campeonato para no descender a la baja. No señor. Tampoco será aquel equipo anárquico donde sus jugadores, agobiados por los problemas económicos del club, recurrían a huelgas y paralizaciones para exigir su pronto pago, lo que hacía mermar su rendimiento. No señor. Menos aún será ese equipo que no despertaba pasiones de la hinchada pues ésta ya se había perdido por las constantes derrotas y donde la casa jamás se respetaba. No señor.

Nuestro Juan Aurich (lo digo así porque es de todos) es, hoy en día, un equipo firme, decidido, compacto y que no se amilana ante nada ni nadie. Es un equipo al que todos los adversarios respetan, pues éste sí que se hace respetar. Es un equipo que domingo a domingo, fecha tras fecha, a sabido hacerse de triunfos con entrega, con disciplina, con coraje y, sobre todo, con pundonor. Es un equipo que nos ha regalado tardes, noches y días enteros de regocijo y felicidad. Un equipo donde el compañerismo y la armonía, desde el utilero hasta el presidente, reinan y trascienden más allá de los camarines. Es un equipo cuyo objetivo ya no es pelear sólo un cupo para alguna copa internacional sino el título nacional, título que ha sido esquivo durante toda su trayectoria. En fin, nuestro glorioso Juan Aurich, Ciclón del norte, Manchester norteño o, como se le quiera llamar, es ahora un equipo con personalidad, que está en buenas manos y que ha sabido re-ganarse el cariño, respeto y confianza de todos los chiclayanos -y también de los que no lo somos- por el buen toque, por el buen fútbol y por sus goles.

Es por eso que Jorge Montenegro, acérrimo hincha aurichista, no duda en venir desde su Jaén querido solo para ver jugar a la roja. “Me compras mi entrada con anticipación”, me recuerda un día antes del partido. Y como Jorge cientos son los hinchas que vienen de todos los lugares. De Motupe, de Jayanca, de Lambayeque, de Pátapo, de Reque, de todos lados, con el hermano, con el primo, con la novia, con la familia o con toda la mancha del barrio, todos llegan al Elías Aguirre y marchan luego con una sonrisa comentando el gol anotado, el penal que no cobró el arbitro o renegando del gol que se perdió el “Checho”, situaciones que, de seguro, hacen olvidar, al menos por unos momentos, los cotidianos problemas. Y es que eso es lo que despierta la pasión del fútbol: alegrías y sufrimientos. Pero, para alegría nuestra, han sido mas alegrías las que nos han regalado estos muchachos y que, estoy seguro, en esta liguilla final nos seguirán dando muchas más victorias.

Y es que el más optimista del buen nivel y de la buena posición en la que se encuentra el club es, quizá, don Edwin Oviedo, un empresario cusqueño quien, hasta hace un año, no sabía en la locura en la que se había metido. “Lo primero que hice cuando asumí la presidencia del club fue viajar a Lima y traer a Franco Navarro para, en primer lugar, salvar la categoría y luego, ya en esta temporada, pelear la punta del campeonato y meterse en un cupo para alguna copa internacional”, me confiesa. Y vaya que acertó.



Franco Navarro, quien se hizo cargo del club cuando éste estaba, al parecer, destinado a la baja, fue el capitán que salvó al barco del naufragio el pasado año. Es bueno recordarlo. Para este año Franco se reunió con la dirigencia y planteó un equipo y un objetivo. El equipo: el que ya todos conocemos; el objetivo: el Título Nacional. Pero Franco sabe que la liguilla final será muy dura y complicada, es por eso que los refuerzos llegaron ya. Al colombiano José Moreno, de gran trayectoria internacional, se le sumó su compatriota Martín “el toro” Arzuaga, de destacable actuación en la Universidad de San Martín, y los nacionales Miguel Cevasco, Gari Correa y Roberto Guizasola que, esperemos, aporten al equipo de la mejor manera.

Pero la dirigencia aurichista no se queda atrás. Juan Merino, vice presidente del club y uno de los más entusiastas, está en constante negociación con delanteros de talla internacional que puedan fichar con la roja. “El que va a tomar la decisión final será Franco, nosotros acataremos lo que el técnico crea lo mejor para el club”, refiere optimista Merino. Aplaudimos, una y cien veces, el empeño de esta nueva dirigencia que apostó -y sigue apostando- por ver a nuestro querido “Ciclón” con el título o en algún torneo internacional, de veraz que merece nuestras sinceras congratulaciones.

Y como diría la hinchada de la tribuna sur, la más fiel y leal, esa que no se cansa de cantar, de saltar y de gritar: la banda de los norteños, “olé, olé, olé, ola el ciclón del norte va a ganar…. “. Este ciclón, que ya empezó a soplar fuerte, es, sin duda, el equipo que todos queríamos ver. Punteando, ganando y goleando así es como te quería ver. Y la hinchada sur repitiendo una y otra vez: “no somos los pavos, no somos gallinas, tampoco los negros, al norte Lima, somos de Chiclayo; somos ciclón, somos ciclón”...... “el aurich es un sentimiento, lo llevo en el corazón, daría toda mi vida por ser campeón; dale campeón, dale campeón, dale campeón…”

Gracias grupo Oviedo por permitirnos que el Aurich esté y sea protagonista principal en esta temporada. Gracias Franco querido y te decimos que sufrimos tanto como tú durante el partido, y celebramos más que tú al final del mismo. Gracias “Cuto” aguerrido por llevar orgulloso la cinta de capitán y por defender la valla como si fuera tu casa y que ningún intruso entre por ella. Gracias muchachos todos por su entrega, por sus ganas, por sus goles, por sus victorias... Gracias por las alegrías que le das al pueblo, a toda mi gente, que es la gente de ustedes también. Gracias a toda la hinchada por su constante y valioso apoyo cuando se juega de local.

Y a todos ustedes les digo que el Aurich no será más nunca aquel equipo provinciano que peleaba la baja. No será más nunca ese endeble equipo sin personalidad y sin ideas que era vejado en su propia cancha. No será nunca más ese equipo atormentado por las deudas y por los pasivos. El “Ciclón” de ahora es un equipo aguerrido que marcha firme y decidido a luchar palmo a palmo, partido a partido, punto a punto hasta conseguir el título nacional. Ese es el gran objetivo final. En ese camino vamos.

Ivan Baca Yenque